lunes, 30 de marzo de 2015

La entrevista laboral

El lenguaje corporal y algunos consejos más…

La entrevista laboral es un paso dentro de un proceso de selección para cubrir un puesto vacante en una empresa. Es el momento más importante, al que sólo acceden los candidatos con posibilidades de ser incorporados al puesto vacante, aunque la entrevista por sí sola no garantiza que sean los candidatos finalmente elegidos.

Durante la audiencia con el entrevistador, se lleva a cabo un diálogo con preguntas y respuestas en el que, tanto el reclutador como el entrevistado, intentarán resolver sus dudas: el entrevistador se intentará asegurar de que el candidato es el idóneo para el puesto vacante y el candidato de que el empleo le conviene e interesa.

Es en esta etapa donde se requiere dar prioridad al lenguaje corporal, aquello que se transmite por medio de gestos, movimientos o posturas y de esta manera se expresan sentimientos en relación con la persona con la que se está interactuando. El lenguaje corporal analiza las emociones que se generan mediante la expresión facial, el movimiento de ojos, piernas, manos, pies y el cuerpo en general.



El tono de Voz. Hablar titubeante revela inseguridad y demuestra que no se domina el tema del que se está hablando. Si el tono de voz es demasiado bajo, hará parecer timidez ante el entrevistador y un tono excesivamente alto sugerirá una personalidad agresiva. Lo recomendable es tratar de utilizar un tono de voz moderado, que se pueda escuchar con claridad, eso denotará seguridad ante el interlocutor.

La Sonrisa. Mostrar sonrisas discretas y sinceras durante la conversación, transmite confianza y buena disposición para dialogar. No es correcto sonreír demasiado frecuente o demostrar sonrisas forzadas. Por ello es importante observarse y practicar diferentes sonrisas frente al espejo.

La Mirada. Una ausencia de contacto visual da la impresión de aislamiento o no mirar a una persona puede sugerir que no se simpatiza con ella. En una entrevista de trabajo, se debe mirar a los ojos del entrevistador, pensar positivo y mantener la confianza, ya que con la mirada trasmitimos el estado de ánimo. Por el contrario, no es correcto mirar de manera desafiante, ya que el entrevistador puede llegar a sentirse intimidado.

Las Manos. Son herramientas que refuerzan la comunicación. En una entrevista de trabajo es necesario tener siempre las manos a la vista del entrevistador y evitar moverlas en exceso. Los dedos entrelazados indican una postura hostil o de frustración, por ello es recomendable no hacerlo. Hay que prestar atención al cuidado de las manos, lucirlas cuidadas, uñas limpias, evitar morderlas o tenerlas excesivamente largas.

En general, dentro de los detalles corporales que se tienen que cuidar durante una entrevista son los gestos, no mascar chicle, no morderse las uñas o tocarse excesivamente el cabello, no poner los codos encima de la mesa del entrevistador, ni cruzar los brazos (da la apariencia de estar a la defensiva), no acudir con gafas oscuras, comprobar nuestra apariencia e imagen evitando ropa llamativa, presentarse bien vestido, limpio, peinado discreto; en el caso de los hombres, bien afeitados, y de las mujeres, maquillaje sencillo.

La mayoría de las empresas suele realizar entrevistas para conocer personalmente a los candidatos que desean incorporarse a su empresa y valorar directamente si son aptos o no para desarrollar el puesto vacante. Por ello, es importante también tomar en cuenta los siguientes consejos para superar exitosamente esta etapa.

Antes de la entrevista
Investigar y conocer todo lo que se pueda respecto a la empresa. Estudiar las aptitudes, la experiencia y la formación profesional que vas a exponerle al entrevistador. Llevar el currículum (con excelente redacción y ortografía) y conocerlo perfectamente, debido a que se basarán en lo que ahí se describa. Realizar una lista de nuestros puntos débiles y preparar argumentos para defenderlos. Si agendan la citan por escrito, lo correcto es llamar para confirmar la asistencia, no presentarse acompañado de otra persona y llegar a tiempo (5 minutos antes). Es muy importante prepararse para la entrevista, pues el reclutador lo hará también.

Durante la entrevista
Las primeras impresiones son de gran importancia. Muchos empresarios consideran que tras haber visto entrar por la puerta a un candidato, observar la forma de dar la mano y sentarse, son capaces de decidir sobre su valía.

Por lo tanto, hay que tomar en cuenta que se debe saludar al entrevistador con una fórmula convencional: Buenas tardes Licenciado Ortiz. Sentarse derecho, no al borde de la silla (denota inseguridad), ni plácidamente (falta de respeto). Saludar con un apretón de manos firme y sonriendo, mirándolo a los ojos. No sentarse hasta que él lo indique. No tutearlo aunque sea una persona joven. Estar atento a la conversación, no interrumpir y evitar los nervios.

Al contestar las preguntas del entrevistador, se debe responder clara, brevemente y con honestidad. Si preguntan sobre el desarrollo profesional, hay que enfatizar la formación, experiencia y resultado de los trabajos desempeñados. No emplear palabras rebuscadas, ni responder con evasivas, dudas o monosílabos. Evitar usar expresiones tajantes "siempre, nunca" o utilizar muletillas "o sea", "este", "bueno"... Hay que mostrar entusiasmo por el trabajo, pero sin parecer desesperado. No hablar mal de las empresas en las que se ha trabajado y no negarse a responder preguntas. En lo posible, preguntar respecto a las actividades del puesto o de la empresa.

Después de la entrevista
El seleccionador dará la entrevista por terminada y responderá cualquier duda. Probablemente proporcionará información sobre lo que pasará después de la entrevista (si llamará para dar una respuesta). En ocasiones, como continuación a la entrevista, el reclutador solicitará realizar ciertas pruebas psicométricas. Al despedirnos, lo correcto es agradecer el tiempo dedicado y estrechar la mano con firmeza.

Concluida la cita, lo mejor es hacer un análisis de los resultados, así como anotar puntos fuertes y débiles, lo cual servirá para próximas entrevistas.

Últimas recomendaciones sobre lo que se valora positiva y negativamente en una entrevista personal…

Se valora positivamente:
Ser desenvuelto.
Ser tolerante al exceso de trabajo.
Ser agradable.
Ser tolerante a la tensión.
La capacidad de organización y planificación.
La capacidad para resolver problemas y situaciones.
Tener iniciativa.
Tener confianza en uno mismo.
Capacidad de adaptación.
Mostrar interés por el empleo.
Mostrar una actitud positiva y de entusiasmo.
Buen estilo en la conversación.
Apariencia de madurez.

Se valora negativamente:
Ser pasivo e indiferente.
Tener una preparación muy por encima o por debajo del nivel que se exige.
Prestar poca atención.
Ser problemático, conflictivo.
Tener una apariencia descuidada.
Tener aires de arrogancia o excesiva confianza.
Presentar nerviosismo, ansiedad, evadirse.
Estar a la defensiva.
Interesarse más por el sueldo que por el trabajo.
Dificultad para comunicarse.
Motivación poco clara ante el puesto.
Dogmatizar, responder agresivamente.


Como pudimos observar, en un proceso de selección es importante no sólo dar una buena imagen, sino ser muy cuidadoso antes, durante y al final de la entrevista. Por lo tanto, es indispensable tomar en cuenta todo lo ya mencionado si queremos tener éxito en cada entrevista laboral.


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