¿Es
conveniente estudiar una segunda carrera?
Cursar una segunda carrera parece ser
una nueva tendencia. Muchos profesionistas lo consideran como una alternativa, pero
para saber si es mejor decidir por una carrera, diplomado o posgrado, lo
principal es detectar los beneficios.
Actualmente hay una tendencia a adquirir
habilidades distintas a las obtenidas en la carrera inicial. Entre las
razones está el deseo y la
necesidad de ampliar la visión profesional sin romper con la profesión original.
Casos de profesionistas con dos
carreras demuestran que haber estudiado, por ejemplo, Derecho y Contabilidad,
les da la ventaja de poder litigar en materia fiscal de manera más versada, a
parte de cubrir la necesidad de los clientes que requieren ayuda con juicios y
recursos ante las autoridades fiscales.
Hay quienes estudian una segunda carrera
porque reconocen que sus primeros estudios fueron para complacer a los padres,
pero ya en el ejercicio de su profesión, deciden iniciar con nuevos estudios
por simple gusto o para tener la opción de cambiar de giro en un futuro.
Otro factor es que la tecnología
cada vez hace más accesibles los planes de estudio con sistemas en línea o
semipresenciales. Además, las universidades tienden a ser más flexibles y
ofrecen estudios en diferentes horarios, con facilidades para revalidar
materias de la primera carrera o con accesibilidad de pagos.
También se ha demostrado que estudiar
otra carrera tiene que ver con el perfil de las nuevas generaciones nacidas
después de los años 80; son personas que no buscan ataduras ni encasillarse por
períodos largos. Antes, la gente se interesaba por hacer una o dos actividades
a la par, actualmente son más versátiles y tienden a involucrarse con muchas
cosas más.
Y aunque tenemos claro que la
capacitación constante nos da la oportunidad de acceder a más y mejores
oportunidades laborales, la interrogante en este caso es saber qué nos conviene
más, si estudiar un diplomado, un posgrado o una segunda carrera. Así que lo
recomendable es evaluar los siguientes puntos.
- Cuáles son tus intereses y necesidades actuales.
- El desempeño que has obtenido en tu actual trabajo, ya sea empresa, industria o sector en el que llevas a cabo tus funciones.
- Las posibilidades reales de reorientar tu actual profesión.
- Hacer un análisis individual de los factores que inciden en una planeación a futuro, para determinar si debes seguir con el desarrollo de la actual carrera u optar por un proyecto diferente.
Teniendo aterrizado lo anterior, entonces podrás decidir de manera más clara la opción de estudio con la que darás continuidad a tu desarrollo profesional. ¡Éxito!
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