Conoce
más acerca del “Burnout”
Perder interés, tener problemas de
salud e irritabilidad son síntomas del ‘burnout’, un mal común; los horarios
extendidos y la presión excesiva por dar resultados detonan el desgaste
ocupacional.
Sentirse agotado, deprimido e incapaz de hacer el trabajo diario son
señales de un desgaste profesional, que puede convertirse en burnout
(quemado), un problema relacionado con ambientes laborales
altamente competitivos, largas jornadas y estrés.
Durante años se pensó que este problema era un hecho natural, vinculado
en especial a ciertas profesiones como la enfermería y la docencia. Hoy es
diferente. Este problema no distingue actividad, ni escalas en la organización.
Si hay un esquema de supervisión excesiva, combinado con poco respeto laboral o
miedo a perder el trabajo, el resultado es sentirse exhausto, quemado.
El desgaste ocupacional se observa, en mayor medida, entre adultos de 25
a 40 años, refiere el estudio ‘Desarrollo de la Escala Mexicana de Desgaste
Ocupacional' (EMEDO), realizado por la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) entre
más de 500 profesionistas. 100% de los que presentaron la prueba registraron
algún grado de estrés y 60% estaba en niveles altos y daños físicos.
De los entrevistados, 45% se desempeña en la iniciativa privada, 36% en
el sector público y 20% es independiente. 27.5% ocupa mandos medios, mientras
que 5.9% son ejecutivos.
Las jornadas excesivas son uno de los detonantes del estrés crónico y
bajo rendimiento. Cifras de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) refieren que en México se trabaja 500
horas más que el promedio en Estados Unidos, España, Francia, Alemania, Chile y
Canadá.
El mexicano labora 2,250 horas anuales, mientras que el resto de las
naciones de la OCDE oscila en 1,776 horas al año. Los estudios de la OCDE
revelan que 29% de los profesionistas con empleo remunerado dice tener un
horario laboral excesivo.
Siete señales de que estás "quemado"
El desgaste ocupacional presenta diferentes etapas. Estos son algunos
síntomas de que el empleado está próximo a un síndrome burnout:
1. Cansancio al límite. Sentirse exhausto todo el tiempo es
la primera señal de alarma, se experimenta agotamiento físico y mental.
2. Hacer ¿qué? Cuando se padece estrés crónico es
común que las habilidades cognitivas se afecten. Mínima concentración,
dificultad para tomar decisiones u olvidos recurrentes son síntomas comunes.
3. Del estrés a sentirse mal. Sufrir agotamiento laboral
desencadena problemas de salud física como insomnio, trastornos digestivos y un
bajo sistema inmune. Además, un ritmo de trabajo agobiante se asocia con
hábitos como beber alcohol, mala alimentación y poca actividad física.
4. Poco interés. ¿Te cuesta levantarte cada día para
ir a la oficina e incluso te enfermas? La falta de entusiasmo respecto al
trabajo es una señal característica del burnout.
5. Irritabilidad. El burnout puede
provocar diversos comportamientos negativos, como tener frustración,
negatividad, cinismo y cambios frecuentes de humor dentro y fuera del trabajo.
6. Baja productividad. Una medida para saber si tu
desempeño "va en picada" es comparar el rendimiento actual con el que
tenías al poco tiempo de iniciar ese trabajo, ¿hay una diferencia importante?
Cuando el trabajo comienza a desesperar es común que la calidad de las entregas
sea deficiente.
7. Escasa vida social. Cuando las personas viven para
trabajar es común que dediquen cada vez menos tiempo a su vida social y a sí
mismas.
¿Soy una víctima?
El burnout se
extiende en muchas profesiones, pero no todo cansancio laboral es síndrome de
"quemado". Hay que distinguir entre tener un mal día, o temporada, y
un estado crónico de cansancio, irritabilidad y males físicos. Un investigador
de la Facultad de Psicología de la UNAM, Jesús Uribe Prado, señala que todos
los empleos manejan un nivel de estrés y es "ilógico" pensar en
renunciar porque el jefe pide trabajar unas horas más o te llaman la atención.
El escenario se complica cuando el estado de tensión y desánimo se
convierte en crónico; esto significa que el empleado refiere sentirse mal con
el solo hecho de ir al trabajo, y manifiesta poco o nulo respeto a su empleo.
Son personas que, incluso, comienzan a tener una mala relación con quienes
consideraba "amigos" dentro del equipo de trabajo.
Ante un escenario de burnout, la persona empieza por
agotamiento emocional y físico, quiere dormir más horas y disminuye su
productividad. El siguiente paso es expresar indiferencia por los resultados
laborales, siendo poco paciente y social con los demás.
Si existen señales de estar "quemado", el empleado debe
valorar si es la empresa y su esquema lo que "asfixia" o si él o ella
están concentrando más esfuerzo del necesario en la oficina. Es necesario
priorizar e identificar cuando la carga de trabajo rebasa por mucho tiempo y no
hay señales de que eso cambiará.
Alternar actividades que disfrutes (como un taller o practicar un
deporte) con el trabajo es otra opción para recuperar el entusiasmo y evitar un problema de agotamiento,
indica el portal laboral. Adicional a esas medidas diarias, es importante
evaluar si es el momento de un nuevo proyecto que represente más satisfacción
profesional, sin olvidar que un problema con el jefe no debe ser motivo
inmediato de renuncia.
Artículo tomado del portal CNNExpansión.