jueves, 21 de mayo de 2015

Cómo saber si...

¿Es conveniente estudiar una segunda carrera?

Cursar una segunda carrera parece ser una nueva tendencia. Muchos profesionistas lo consideran como una alternativa, pero para saber si es mejor decidir por una carrera, diplomado o posgrado, lo principal es detectar los beneficios.

Actualmente hay una tendencia a adquirir habilidades distintas a las obtenidas en la carrera inicial. Entre las razones está el deseo y la necesidad de ampliar la visión profesional sin romper con la profesión original.

Casos de profesionistas con dos carreras demuestran que haber estudiado, por ejemplo, Derecho y Contabilidad, les da la ventaja de poder litigar en materia fiscal de manera más versada, a parte de cubrir la necesidad de los clientes que requieren ayuda con juicios y recursos ante las autoridades fiscales.

Hay quienes estudian una segunda carrera porque reconocen que sus primeros estudios fueron para complacer a los padres, pero ya en el ejercicio de su profesión, deciden iniciar con nuevos estudios por simple gusto o para tener la opción de cambiar de giro en un futuro.

Otro factor es que la tecnología cada vez hace más accesibles los planes de estudio con sistemas en línea o semipresenciales. Además, las universidades tienden a ser más flexibles y ofrecen estudios en diferentes horarios, con facilidades para revalidar materias de la primera carrera o con accesibilidad de pagos.

También se ha demostrado que estudiar otra carrera tiene que ver con el perfil de las nuevas generaciones nacidas después de los años 80; son personas que no buscan ataduras ni encasillarse por períodos largos. Antes, la gente se interesaba por hacer una o dos actividades a la par, actualmente son más versátiles y tienden a involucrarse con muchas cosas más.

Y aunque tenemos claro que la capacitación constante nos da la oportunidad de acceder a más y mejores oportunidades laborales, la interrogante en este caso es saber qué nos conviene más, si estudiar un diplomado, un posgrado o una segunda carrera. Así que lo recomendable es evaluar los siguientes puntos.

  • Cuáles son tus intereses y necesidades actuales.
  • El desempeño que has obtenido en tu actual trabajo, ya sea empresa, industria o sector en el que llevas a cabo tus funciones.
  • Las posibilidades reales de reorientar tu actual profesión.
  • Hacer un análisis individual de los factores que inciden en una planeación a futuro, para determinar si debes seguir con el desarrollo de la actual carrera u optar por un proyecto diferente.

Teniendo aterrizado lo anterior, entonces podrás decidir de manera más clara la opción de estudio con la que darás continuidad a tu desarrollo profesional. ¡Éxito!



jueves, 14 de mayo de 2015

Hablando de bienestar

¿Por qué la felicidad es saludable?


Bien podríamos definirla como una sensación de bienestar, de optimismo o de encontrarle un sentido de importancia a la vida, aun cuando todos estos también podrían tratarse como términos por separado. Pero cualquier cosa que sea la felicidad, sabemos que la deseamos y eso, de alguna manera, ya es algo bueno.

También sabemos que no siempre tenemos control sobre nuestra felicidad. Los estudios sugieren que la genética puede jugar un papel muy importante en nuestro nivel normal de bienestar subjetivo, así que algunos de nosotros podemos empezar con desventaja. Como si esto fuera poco, entre las tragedias inesperadas y el usual estrés diario, los factores ambientales pueden bajarte el ánimo y minar tu deseo por vivir.

¿Por qué ser feliz?

Muchos estudios científicos han encontrado una conexión entre el bienestar psicológico y físico. Una revisión de más de 200 estudios de 2012, encontraron una relación entre los atributos psicológicos positivos, como la felicidad, el optimismo y la satisfacción con la vida, y un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Por supuesto, no es tan simple como decir "debes ser feliz para prevenir los ataques al corazón". Si tienes un buen sentido del bienestar, es más fácil mantener buenos hábitos: hacer ejercicio, tener una dieta equilibrada y dormir lo suficiente. Las personas que tienen una mentalidad optimista pueden ser más propensos a involucrarse en conductas saludables porque las perciben como algo útil para lograr sus objetivos.

Por ahora, los estudios sólo pueden mostrar asociaciones; no proporcionan evidencia sólida de causa y efecto. Sin embargo, algunos investigadores especulan que los estados mentales positivos sí tienen un efecto directo en el cuerpo, quizá mediante la reducción de los procesos físicos dañinos.

Si lo que entendemos por felicidad es específicamente "gozar la vida", hay evidencia más reciente que también lo respalda. Un estudio realizado en el Canadian Medical Association Journal encontró que las personas de 60 años en adelante que dijeron que disfrutaron menos la vida eran más propensas a desarrollar discapacidades a lo largo de un período de ocho años. La movilidad también estaba relacionada con el disfrute de la vida. Este estudio no prueba que los problemas físicos son causados ​​por disfrutar menos la vida, pero sugiere que existe una relación.

Cuando la felicidad se origina de: genes + ambiente

Existe evidencia sustancial que respalda que la genética juega un importante papel en la felicidad. La investigación ha demostrado que los gemelos idénticos tienden a tener un nivel similar de felicidad, más que los gemelos fraternos. Y en el caso de los gemelos idénticos, la felicidad de uno de ellos es un mejor indicador de la felicidad actual o futura del otro, a diferencia de sus logros educativos o de ingresos. Por lo general se asume que si hay padres felices e hijos felices es porque los niños siguen el modelo de los padres, pero eso no es realmente así. La realidad es que los padres heredan tanto los genes como los ambientes.

Sin embargo, aunque la genética tiene una gran influencia, eso no significa que alguien esté biológicamente destinado a ser infeliz. Podría representar más trabajo si tu estado de ánimo estándar es bajo, pero determinadas terapias han demostrado ser útiles para aumentar el bienestar psicológico, incluyendo el medio ambiente.

Decirle a alguien: “No te preocupes, sé feliz” es, de cierto modo, no ver el cuadro completo de cuáles son las limitaciones ambientales que tienen impacto sobre las cosas que ellos pueden hacer.

El dinero y el tiempo

Podría pensarse aquello de que "quizás seríamos más felices si tuviéramos más dinero", aunque existe ese viejo cliché que dice "el dinero no compra la felicidad". Pero ¿es eso cierto? Un estudio de 2010 en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias descubrió que el bienestar emocional aumenta con el ingreso hasta un punto, el cual parece ser un ingreso familiar de 75.000 dólares. La felicidad del día a día no aumentó con ingresos más altos.

Investigadores de la Universidad de Princeton, determinaron que cuando se les preguntó a los participantes sobre la satisfacción general con sus vidas, ésta efectivamente siguió aumentando en relación con el ingreso, incluso con un ingreso mayor a 75.000 dólares. Sus resultados muestran una clara distinción entre la manera en que las personas se perciben a sí mismas en términos de felicidad "actual" versus su satisfacción con la vida.

Por lo tanto, más dinero no necesariamente compra más felicidad, pero menos dinero sí se asocia con el sufrimiento emocional. Quizás 75.000 dólares es el umbral en donde los nuevos aumentos de ingresos ya no mejoran la capacidad de las personas para hacer lo que importa más a favor de su bienestar emocional, tal como pasar tiempo con la gente a la que le tienen cariño, evitar el dolor y la enfermedad y disfrutar del ocio y el entretenimiento.

¿Serías más feliz si compraras el carro con el que siempre has soñado? Varios estudios sugieren que las experiencias nos hacen más felices que las posesiones. Eso es en parte porque una vez que has comprado algo, tal como un carro nuevo, te acostumbras a verlo todos los días y la alegría inicial se desvanece, dicen los expertos. Pero, a lo largo del tiempo, puedes continuar obteniendo felicidad de los recuerdos de las experiencias.

La investigación también ha encontrado que un cierto sentido de la felicidad podría estar relacionado con la edad. Los adultos mayores pueden ser capaces de regular mejor sus emociones que los más jóvenes, se exponen a menos estrés y experimentan menos emociones negativas. Se necesita más investigación científica respecto a si la disminución de la respuesta negativa también está asociada con un sentimiento de felicidad.

Felicidad: vivir el momento

Pero ¿qué pasa en este momento?, ¿qué podemos hacer para sentirnos más positivos? Si estás tratando de aumentar tu propio sentido de la felicidad, intenta técnicas de concientización. La concientización significa estar presente y en el momento, y observar sin prejuicios.

La concientización proviene del budismo y es clave para la meditación según esa tradición. Las terapias para una amplia variedad de condiciones, incluyendo trastornos de la alimentación, depresión y trastorno de estrés postraumático, incorporan la concientización. Enfocarse en el aquí y ahora contrarresta los hallazgos en cuanto a que la divagación de la mente está asociada con la infelicidad.
Las actividades tales como llevar un diario de gratitud y ayudar a otras personas también están asociadas con sentimientos de bienestar.

Una gran variedad de aplicaciones de teléfonos inteligentes también están disponibles para ayudarte a monitorear y mejorar tus estados de ánimo. Pero no pienses que tienes que enfrentar solo los desafíos emocionales; un terapeuta profesional puede ayudarte a llegar a donde quieres estar.

Si la sensación de bienestar hace que una persona sea más saludable, entonces los legisladores deberían promover también iniciativas a gran escala para motivar esto. La creación de parques para fomentar el ejercicio y la institución de iniciativas flexibles entre el trabajo y la familia, son solamente algunas de las maneras en las que las comunidades pueden llegar a ser más saludables como un todo.

Así que recuerda: un vaso medio lleno podría ser más saludable que un vaso medio vacío.















Artículo tomado del portal de CNN en español. 

lunes, 11 de mayo de 2015

Lo que tienes que saber…

Razones para no aceptar el proyecto de un cliente




En algún momento de la vida profesional hay quienes han tenido que resignarse y aceptar las condiciones de trabajo, económicas, de pago de algunos clientes. Este fenómeno no sólo se da en los negocios o despachos chicos o medianos, que con tal de mantener al cliente o ganar uno nuevo, aceptan el negocio admitiendo condiciones a veces arbitrarias. 

Pero como el cliente no siempre tiene la razón, te compartimos algunas razones por las cuales es recomendable no aceptar negocios con clientes actuales o potenciales:

Presentaciones especulativas
Pocos clientes entienden que desde el momento en que vas a verlo –ya sea porque él te llamó o lo contactaste- ya estás trabajando. Al presentarte, seguramente ya has dedicado horas de tu trabajo en la búsqueda de información, documentación, , competencia, etc. No es raro que te pidan una “presentación” con las sugerencias de cómo resolverías su problema. Hacer esto cuesta dinero y mucho. Cada quien valora su trabajo, por ello se sugiere NO aceptar trabajos especulativos si no son pagados.

Presupuestos acotados
En muchas ocasiones el cliente o el prospecto te pide cotices un proyecto. Te pones a trabajar en el presupuesto y lo estructuras de acuerdo a tus costos internos y marginales y naturalmente considerando tu utilidad. Con todo el entusiasmo, lo envías para aprobación y ¡oh sorpresa!, te responden con la frase tan común “No tenemos ese presupuesto. Tenemos ‘x’ cantidad, si te ajustas lo hacemos”. Hay dos opciones: una, si es un cliente muy bueno y te genera ingresos, puedes aceptar y compensar con otros trabajos; dos, si no es el caso, di N0 al proyecto.

Plazos de pago
Seas proveedor individual o corporativo de servicios de un cliente chico, mediano o grande, constantemente se padece para recuperar el pago de las facturas. Este cáncer lo aguantamos mucho como proveedores y casi siempre estamos al filo de la navaja, pues nos comen el pago de personal, impuestos, gastos directos, etc. De hecho hay empresas multimillonarias que pagan a 120 días… o más. Así que en lo posible, NO aceptes esos proyectos.

Políticas de trabajo
Es muy común escuchar “Así son nuestras políticas de trabajo, ustedes como proveedores se deben ajustar a ellas y no al revés. Nosotros penalizamos cualquier falla o incumplimiento, no damos adelantos y pagamos a 120 días contados a la presentación de la factura”. Debemos comprender que el cliente no siempre sabe expresar lo que quiere o, peor aún, no sabe realmente lo que desea, pero tampoco tenemos los grandes recursos ni los apoyos muchas veces transnacionales, para aceptar políticas de trabajo tan draconianas. Antes de hacer o presentar un proyecto, se sugiere checar o investigar las políticas de trabajo del cliente o prospecto, pues tal vez al decir NO, tomarás la mejor decisión.

Seguramente habrá otras definiciones en el amplio diccionario cotidiano de cada área de trabajo, lo único recomendable es no permitir que nadie intente abusar al hacer negocios contigo.





Información tomada del portal Merca2.0, mayo 2015.

martes, 5 de mayo de 2015

Recomendaciones sobre...

Qué vestir para una entrevista laboral

La imagen que el candidato a un puesto proyecta al reclutador puede ser determinante. No se trata de usar ropa de diseñador, sino de escoger los accesorios y los tonos de la vestimenta que ayudarán a fortalecer el mensaje que se desea transmitir.

Según encuestas en Estados Unidos, entre más de 2,000 reclutadores de diferentes empresas y sectores, el azul y el negro son los colores más recomendados. Mientras que el naranja fue el color más denostado por vincularlo con personas poco profesionales. Psicólogos y especialistas en imagen pública explicaron que los tonos de la ropa influyen en la percepción de las personas, a partir de estos procesan de manera diferente la información y emociones.

La primera pregunta para saber qué vestir es saber qué se quiere comunicar. El azul marino es el tono idóneo para las entrevistas de trabajo en general. Combinado con blanco, proyectan confianza y tranquilidad a la vez.

Los colores y su efecto, según los expertos en reclutamiento e imagen pública, son:

Gris. Habla de una persona con pensamiento más lógico y analítico. 
Blanco. Este color transmite honestidad y optimismo. Se presume que son personas organizadas.
Violeta. Su color expresa equilibrio emocional, sin embargo su exceso hará verse cansado y desorientado.
Amarillo. Su uso con prudencia denota una persona inteligente e innovadora. Cuidado, que el exceso de este color, puede cansar la vista del entrevistador.
Azul. Expresa una personalidad auténtica, serena, fiel, sincera y responsable. Además, este color manifiesta gran capacidad de trabajo en equipo.
Negro. Permite visualizarse como una persona reservada y tranquila, pero al mismo tiempo elegante. Este color transmite gran capacidad de liderazgo.
Rosa. Ternura, usualmente relacionado con lo femenino. Se recomienda para trabajos en hospitales y cuando se necesita proyectar una imagen tierna.
Rojo. Apasionado, arrojado, creativo.

Contrastar tonos neutros como el gris, azul marino, negro o café con tonos brillantes como el blanco, rojo o amarillo, de preferencia en el área de la blusa o camisa, dará luz al rostro. Se recomienda ser cuidadosos con los tonos naranja, rojo y amarillo, dejarlos sólo para entrevistas de trabajo relacionadas a puestos creativos, como publicistas, marketing o similares.

Pero no todo está en el color. Los detalles del atuendo dicen mucho de las personas. Son tres los artículos en los que vale la pena invertir que dicen más de un candidato y, por tanto, en ellos hay que poner particular atención. Para los hombres son el reloj, los zapatos y la pluma. Mientras que para las mujeres son los zapatos, la bolsa y los aretes.

Los hombres no deben vestir más joyería que la argolla de matrimonio, en caso de estar casados. Mientras que para las mujeres “menos es más”, por ejemplo, aretes pegados al lóbulo o máximo que lleguen a la mitad del cuello. En cuanto a las bolsas de las mujeres, es preferible que sean medianas y de corte cuadrado. Las “maxibolsas” no lucen tan profesionales y si la mujer no es alta, la hará ver de estatura más corta. Las zapatillas deben ser cerradas y no tener tacones de más de cinco centímetros. Mientras que el foco en el caso de los hombres se centra en que los zapatos estén muy bien boleados.

Las personas creen que formar un guardarropa profesional y de buen gusto cuesta miles. La realidad es que se puede hacer maravillas con muy poco, solo sabiendo en qué invertir.





Información tomada del portal CNN en español, “Carrera” mayo 2015.