Un discurso de lo gótico y de lo fantástico
Por el Mtro.
Mariano Ballesté Chorén
Profesor de Psicología de Universidad
Humanitas
Abstract
La literatura gótica y la literatura
fantástica han sido fuente de inspiración para un sinfín de expresiones artísticas
tales como la pintura, la escultura o el cine. Las obras del director y artista
plástico checo Jan Švankmajer se han caracterizado, entre otras cosas, por
plasmar algunos de los elementos que conforman el discurso de estos dos géneros
literarios. Su película, Los
conspiradores del placer, es un claro ejemplo de la maestría con la que
este genio de la animación construye y crea un texto fílmico que reúne lo mejor
de ambos géneros.
[...]: the great art of writing consists in
selecting what is most stimulant from the works of our predecessors, and in
writing the gathered beauties in a new whole, more interesting than the
tributary models. […] this is the essential process of the imagination…all
invention is but a new combination. (Kilgour,
1995, p. 4).
En 1996 aparece una película surrealista que
lleva por título Conspiradores del Placer
(Spiklenci Slasti). En esta cinta se puede apreciar de qué manera
la literatura gótica y la literatura fantástica han sido, en la gran mayoría de su trabajo, fuente
de inspiración para el escritor, cineasta y artista plástico checo Jan Švankmajer.
Desde su cortometraje El castillo de Otranto (Otranský zámek), pequeña adaptación de
17 minutos del texto literario de Walpole, hasta su último filme Sobrevivir a la vida, teoría y práctica (Přežít svůj život, teorie a praxe),
Švankmajer ha ido plasmado en su obra una gran cantidad de símbolos, temas y
elementos pertenecientes a estos dos géneros literarios.
La mayoría de los textos fílmicos de este
director y creador destacan por la persistente interacción que existe entre
personajes reales, marionetas artesanales checas y objetos animados por medio
de la técnica stop-motion, así también como “a structure based on series
individuated by different themes” (Hames, 1995, p. 52). Para Švankmajer, la importancia de la
animación radica en que ésta debe existir para que los objetos puedan hablar
por sí mismos, mientras que la idea de presentar la imagen de un todo compuesta
por una gran cantidad de temas diferentes proviene de su gran admiración e
interés por la obra de un pintor italiano del siglo XVI, Giuseppe Arcimboldo.
En cuanto a Conspiradores
del placer cabe destacar que Švankmajer es un director atrevido que busca provocar
al espectador contemporáneo exhibiendo un filme lleno de sonidos ambientales pero
que carece, en su totalidad, de diálogos entre todos sus personajes. Dentro de
este mundo carente de comunicación verbal, Švankmajer retrata a una sociedad
que vive, a través de cada uno de sus miembros, una sexualidad oculta e
individual. Es en este punto donde surge la alteridad y la lucha entre lo
permitido y lo prohibido, en donde los elementos góticos comienzan a
desdoblarse, a entrelazarse, hasta crear un mundo que interactúa entre las
fronteras de lo real y lo fantástico.
El discurso de Conspiradores
está construido con base en los paisajes, la arquitectura y los ambientes lúgubres
y desolados descritos en la literatura gótica de finales del siglo XVII y comienzos
del XVIII. A su vez, las características de estos últimos son incorporados al ambiente y a los escenarios de una ciudad contemporánea como Praga. De
esta forma, los mismos sentimientos de amenaza, soledad y violencia que surgen
en los primeros textos literarios góticos, se trasladan a la metrópolis en
donde se ven representados por el laberinto de sus oscuras calles, barrios y
edificios, dando la sensación de un peligro inminente. Es
en esta ciudad donde el Sr. Pivoňka y la Sra. Loubalová llevarán a cabo su
relación sadomasoquista y en donde el vendedor de periódico y de revistas el Sr. Kula, la mujer cartero Malková, el policía Beltinsky y su esposa
Beltinska buscarán el placer y la satisfacción sexual individual por medio de
diferentes artefactos y mecanismos.
En esta gran urbe, en un departamento, lugar íntimo
y apartado de las leyes y los juicios de la sociedad, es donde aparecen la
pasión, el deseo reprimido y la homosexualidad. Por ejemplo, Pivoňka, a pesar de
haber comprado una revista erótica, posee posters de algunos actores famosos de
Hollywood. Esto último, aunado a las actividades que lleva a cabo dentro de su
ropero, deja entrever al espectador una oculta y secreta homosexualidad. Es
únicamente en su hogar donde Pivoňka puede llevar a cabo dichas prácticas, ya que
éstas solamente le serán permitidas siempre y cuando las costumbres
consideradas perniciosas se mantengan ocultas, “for
homosexual men in Lewis’s social position, their ‘secret’ was safe as long as
their behaviour conformed to accepted decorum” (Miles, 2000, p. 53).
Por otra parte, las fronteras que existen entre el mundo de lo real y de
lo fantástico en la película se encuentran representadas por ciertos objetos o
umbrales. Los límites o umbrales se logran traspasar por medio de dos objetos
en particular, el ropero y la llave. Esta última es tan importante que no sólo
sirve como un objeto físico para abrir puertas, como las que pertenecen a las
habitaciones de los personajes o a la iglesia, sino que, al aparecer de igual
forma en la caja de cerillos que utiliza la Sra. Loubalová para llevar a cabo
su ritual mágico, también tiene el poder de conducir hacía otros mundos
invisibles, psicológicos y espirituales.
Para Freud, el cuento de E.T.A Hoffmann, El hombre de la arena, representó el
mejor ejemplo para poder ilustrar y desarrollar en su ensayo de 1919 el
concepto de lo siniestro (Das
Unheimliche). En
el filme, lo sinestro es aquello que se encuentra oculto en un ambiente
aparentemente familiar. Esto se puede observar en la relación de pareja que
llevan los esposos Beltinsky y Beltinska. Para la sociedad, ella es una gran
locutora de televisión que se encarga de presentar las noticias del día,
mientras que su esposo es uno de los policías que protege a la ciudadanía. A
pesar de esta imagen externa de “normalidad” que ellos presentan, en el seno de
su hogar las cosas son muy diferentes debido a que entre ellos no existe ni el
dialogo ni la vida de pareja. Ella sufre, llora y se pasa observando a su
esposo desde su ventana, el cual no deja de trabajar en horas inusuales en el cuarto
de herramientas de la casa.
Poco después, el espectador descubre que Beltinsky
se encuentra en búsqueda del placer fuera de casa, recolectando diferentes
objetos con un sinfín de texturas. Por su parte, ella también se ve en la
necesidad de buscar la forma de satisfacer sus propios deseos, por lo que
utiliza bolitas de pan para alimentar a unos pescados que le froten los pies. Esta pareja simboliza, para Svankmajer, lo empobrecida que se encuentra
nuestra civilización con respecto a la capacidad emocional, “I’m becoming more
aware of the fact that, to revive the general impoverishment of sensibility in
our civilisation, the sense of touch may play a very important part” (Hames,
1995, p. 65).
En los textos góticos, como por ejemplo en el Melmoth de Maturin, la aparición de
personajes portadores de noticias inesperadas son habituales y de suma
importancia, “junto a mi había una figura oscura que me dijo en tono apagado o
impreciso: ‘Lee esto – y me puso un papel en la mano – ; lo he llevado cosido
en el interior de mi hábito cuatro días.’ [...] Empecé a leer, al tiempo que
una vaga esperanza, sin motivo ni fundamento, palpitaba en el fondo de mi
corazón” (Maturin, 2002, pp. 231-232). Los mensajeros pueden ser desde seres
humanos hasta entes sobrenaturales; como es el caso de esta figura oscura que
más adelante el lector reconocerá como Melmoth, ese ente errante y maligno que
anda en busca de otro ser que ocupe su lugar.
En Conspiradores, el papel de la mujer cartero es llevar sobres que contienen
mensajes o elementos con los que los personajes deben interactuar. El día
jueves 16 de marzo, Pivoňka recibe una carta que sólo contiene la siguiente
información: el domingo 19. El mensaje está formado con letras que
fueron recortadas de un periódico, lo que hace completamente anónimo a este
mensaje. En la obra de Švankmajer frecuentemente aparece una fuerza invisible
que manipula a sus personajes, convirtiendo a cada uno de ellos en “a ‘souless’ being reduced to a
passive victime of brute ‘reality’ (Hames, 1995, 57)”. Este hado, destino o ente invisible que
determina las acciones que los personajes deben llevar a cabo, también alude al
tema de la obra Fausto. Para que
Pivoňka pueda obtener la carta debe firmar la libreta que la mujer cartero le
enseña. En ese momento se produce un pacto fáustico. Pivoňka obtendrá la magia y el placer que
busca, pero sólo al final del filme el espectador comprenderá a qué precio.
La magia que adquiere Pivoňka, y que le permite
llevar a cabo su fantasía sexual, se puede apreciar en un objeto que le da poder, el disfraz de gallo.
Este disfraz fue construido con objetos que pertenecen a la víctima, la Sra. Loubalová. La máscara, elaborada
con las hojas de la revista erótica, permiten a Pivoňka esconder su identidad,
por lo que es completamente libre de expresar su sentimientos más profundos y
llevar a cabo los actos más insólitos sin ser reconocido por esa sociedad que
le vigila y le oprime, “the character wearing the
rooster head and the umbrella wings is transformed by the costume. […] As soon as he hits the branch and the mask comes off, he is
immediately just this little human being, devoid of his powers” (Jackson, 1997,
párr. 19).
Otra de las
características fundamentales de la literatura gótica es la constante crítica a
la religión católica. La
escena de la Sra. Loubalová que acude a la iglesia, para después
revelarnos que por dentro está en ruinas, representa la tendencia del género
literario por criticar la corrupción que yace en el seno del Vaticano. La
práctica de la tortura y del placer se
realiza dentro del recinto sagrado. Si lo gótico busca sus raíces en el
medioevo, en su propio nombre proveniente de la palabra godo, y de todo lo que
lo relaciona con lo bárbaro, en la cinta de Conspiradores
los papeles se invierten. A partir de este momento, para el espectador
contemporáneo, la iglesia católica es quien actúa en la barbarie y por lo tanto
“we may not know much about torture, but we know that only the barbaric would
practice it.” (Bruhm 1994, p. 119).
Aunado a estas prácticas de tortura, en la
cinta aparecen alusiones a la figura de marqués de Sade. Algunos personajes
buscan la satisfacción y el placer sexual por medio del dolor y con la intención de destruir al otro. Sobre las obras de Sade, Cornwell
señala que: “his better-known long works, while featuring extended and
repetitious sequences of extreme sadistic maltreatment in Gothic castles,
abbeys or chateaux, are greatly taken up with philosophical disquisitions on
the qualities of vice and virtue, based on an extreme moral hedonism” (Cornwell,
2000, p. 41). Dentro de este hedonismo, encontramos que la
comida representa un papel de suma importancia en la película. Para Švankmajer, el acto de comer no
sólo significa la búsqueda de nutrientes para la supervivencia del ser humano,
representada en la alteridad
vida/muerte, sino que también hace
referencia a un acto erótico y canibalístico.
The whole process of eating can thus be made
intensely erotic. Or it can be translated into a cannibalistic and aggressive
act through which accumulated misanthropy can be released. In any case such
activity can become ludic, and as such is no longer perceived merely as an act
of filling the belly. (Švankmajer
citado en Hames, 1995, p. 71).
Otra forma de ver el acto de comer a lo largo
de la cinta es como un proceso alquímico, donde todos los alimentos son
transformados al ser combinados con diferentes substancias. Un ejemplo de esto
son los platillos y las bebidas que produce Pivoňka.
Como podemos observar a lo largo del filme, es por
medio de la alquimia, de la magia y la brujería que tanto Loubalová como
Pivoňka logran crear a sus dobles con objetos personales. Estos seres de trapo,
rellenos de paja serán quienes sufran las torturas impartidas por parte de sus
creadores. Para Víctor Antonio Bravo, “la puesta en escena del doble es la
puesta en escena del mal, es la presencia insoportable de la alteridad” (Bravo,
1988, p. 129).
Hasta este punto, la
película se desarrolla todo el tiempo en la lucha constante de la
alteridad, es decir, de los contrarios,
y es justo aquí donde también encontramos, como un opuesto a las ciencias
ocultas antes mencionadas, a los circuitos impresos y a la electricidad que Kula
necesita para poder llevar a cabo su plan. Es a partir de este punto donde
comienza a darse el paso de lo gótico medieval a lo gótico contemporáneo.
Esta
idea de utilizar la electricidad y crear un artefacto por medio de diferentes
piezas y materiales hace alusión al Frankenstein
de Mary Shelley. Kula decide construir un autómata que le permita sentir placer
por medio de la televisión, es decir, un doble electrónico de la locutora Beltinska. A partir de este momento
la lucha entre el mundo de lo real y de lo fantástico se va haciendo más fuerte.
Esto lo podemos ver en el momento en que Švankmajer comienza a anunciar lo que
sucederá al final del filme. Un ejemplo de esto es cuando Kula escupe agua y
Beltinska voltea a ver a Pivoňka a través de la televisión.
Al final de la película, cuando el espectador
descubre que la piedra que Pivoňka había arrojado al doble de Loubalová en
verdad la ha matado, aunado a que hay
una palangana llena de agua con velas que se encuentra en su departamento y que
la puerta del ropero se está abriendo lentamente, queda sorprendido. Ese mundo fantástico,
creado al inicio sólo en la imaginación de los personajes, ya no sólo los
afecta de forma individual, sino que ya ha irrumpido en el mundo real, en la
sociedad a la que pertenecen. La pugna y las fronteras entre la realidad y la fantasía se han roto. Como
arguye Bravo, el elemento sobrenatural ha irrumpido y vencido a un mundo que se
encontraba sujeto a la razón, “[...]
lo fantástico se produce cuando uno de los dos ámbitos, transgrediendo el
límite, invade al otro para perturbarlo, negarlo, tacharlo o aniquilarlo” (Bravo, 1988, p. 33).
Finalmente, como hemos podido observar en esta
interpretación, la película es una gran
adaptación del género de lo gótico y de lo fantástico al cine. A su vez, la falta de coherencia a lo largo del filme,
provenientes del surrealismo y el manierismo, aunada a la gran cantidad de
símbolos, de elementos, de referencias y de alusiones a otras obras de
escritores y artistas, hacen de la obra de Švankmajer un abanico de infinitas
posibilidades interpretativas.
Es en Los conspiradores
del placer donde el espectador puede
ir descubriendo aquellos elementos que Maurice Heine divide en cuatro puntos y que, según él, deben
ser considerados para poder comprender y analizar a la novela gótica actual: el gótico clásico, el gótico fantástico, el gótico realista y el gótico burlesco[i].
Es a partir de aquí, de la búsqueda de estos puntos en el discurso de
su filme, donde Jan Švankmajer invita al espectador para que comience, por
sí mismo, su verdadero trabajo de interpretación.
Referencias:
[i] The Classical Gothic, The Fantastic Gothic, The
Realistic Gothic y The Burlesque Gothic
Referencias
Bravo, V. (1988). La irrupción y el límite. México: UNAM.
Bruhm, S. (1994). Gothic Bodies: The Politics of Pain in Romantic Fiction.
Philadelphia:
University of Pennsylvania Press.
Cornwell,
N (2000). European Gothic. En D. Punter
(Comp.), A Companion to the Gothic (pp. 38-49).
Oxford:
Blackwell.
Jackson, W. (1997). The Surrealist Conspirator: An Interview with Jan Svankmajer. [Documento
www]. Recuperado: http://www.awn.com/mag/issue2.3/issue2.3pages/2.3
jacksonsvankmajer.html
Kallista, J. (productor), &
Švankmajer, J. (Director). (1996). Conspirators of Pleasure [Filme]. Kino
Video: República Checa.
Kilgour,
M. (1995). The Rise of the Gothic Novel. Nueva York: Routledge.
Maturin, Ch. R. (2002). Melmoth el errabundo.
Madrid: Valdemar.
Miles, R. (2000). Ann Radcliffe
and Mathew Lewis. En D. Punter (Comp.),
A Companion to the Gothic (pp.
50-68). Oxford: Blackwell.
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